La leyenda del Rey Salomon
Porque has pedido sabiduría y no larga vida ni riquezas, te daré más sabiduría que a cualquier persona que haya vivido hasta ahora. Pero, además de eso, yo te daré las cosas que no pediste, sí, te daré riquezas y gloria.’
Poco tiempo después unas mujeres vienen a Salomón con un problema difícil. ‘Esta mujer y yo vivimos en la misma casa,’ explica una. ‘Yo di a luz un nene, y dos días más tarde ella también dio a luz un nene. Una noche, el bebé de ella murió. Pero mientras yo estaba dormida, ella puso su nene muerto a mi lado y se llevó mi bebé. Cuando desperté y vi al nene muerto, noté que no era el mío.’
Al oír esto, la otra mujer dice: ‘¡No! ¡El nene vivo es mío y el muerto es de ella!’ La primera mujer contesta: ‘¡No! ¡El muerto es tuyo y el vivo es mío!’ Así discuten las mujeres. ¿Qué va a hacer Salomón?
Pide una espada, y, cuando se la traen, dice: ‘Corten en dos el bebé vivo, y den a cada mujer la mitad.’
‘¡No!’ grita la verdadera madre. ‘Por favor, no maten al bebé. ¡Dénselo a ella!’ Pero la otra mujer dice: ‘No nos lo den a ninguna de las dos; córtenlo en dos.’
Salomón sabe esto porque la madre verdadera ama tanto al bebé que está dispuesta a dárselo a la otra mujer para que no lo maten.
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ResponderEliminarA joderse los dos jejé..vieja
ResponderEliminarYa no pones mas cosas jejé. Ahora estais jodidos los dos y lo que os queda
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